Cuando compramos una cama articulada o un sillón relax, esperamos que la inversión sea por mucho tiempo. Sin embargo, la vida útil puede verse comprometida si tenemos que cambiar el respaldo, las patas o el motor para poder seguir usándolo como antes.
Vida útil del sofá
La vida útil del sofá es el tiempo en el que nuestro mueble de descanso, se mantendrá en condiciones que nos permitan usarlo de manera óptima. No es necesario que esté como el primer día, pero si que no presente problemas, como hundimientos en el respaldo, tela rasgada en la tapicería, o incluso, la necesidad de cambiar el motor.
Calcular la vida útil de nuestro sillón relax depende del mantenimiento y uso que le demos, además de sus características previas. Es decir, la calidad de los materiales con los que se ha fabricado. Por eso, algunos sillones baratos necesitan cambiar el relleno a los 3 años, ya que este se deforma con el peso de las personas o con el uso continuado al ver el televisor sentados.
Normalmente, la vida útil de un sofá es de unos 15 años, si se ha realizado una limpieza y mantenimiento correctos, evitando inclemencias del tiempo, manchas abrasivas del tapizado o un uso inapropiado. Sin embargo, lo más habitual es que a los 10 años necesitamos, al menos, cambiar las cinchas del sofá o poner una funda para alargar su uso y vida útil.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que el sofá está formado por diferentes partes, el armazón, el relleno, la tapicería o las patas, y cada una de ellas puede tener una vida útil distinta. Por ejemplo, si el sillón relax se mueve demasiado o no tenemos en cuenta cuánto pesa un sofá, puede que necesitemos cambiar las patas del sofá si no tenemos cuidado al transportarlo.
¿Cómo saber si un sofá es de buena calidad?
Como hemos mencionado, el tiempo que dure nuestro sillón en buen estado, no sólo depende del uso y trato que se le de, también de la calidad del mismo. Los sillones con más vida útil, cumplen las siguientes características:
- Madera de haya, pino o madera maciza
- Armazón metálico
- Fundas corredizas o desenfundables
- Relleno de alta densidad mezclada con fibras
- Tapicería de fácil limpieza
Por otra parte, debemos evitar comprar sillones fabricados con conglomerados de madera, o materiales poco resistentes. Su vida útil será muy corta y nos veremos obligados a comprar otro, invirtiendo el doble en ello. Si ha llegado el momento de buscar qué poner en el sofá para que no se hunda, lo mejor será comprar uno nuevo.
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