La duración efectiva de un colchón se estima en torno a los 8 y 10 años. Esto significa que, a lo largo de nuestra vida, a pesar de que no cambiemos esta pieza tan esencial para nuestro descanso cada década como se debería, tendremos al menos cuatro diferentes adaptados a las necesidades de nuestra edad, y los cambios de nuestro cuerpo. Al envejecer, aparecen particularidades propias de la edad como dolores o enfermedades a los que hemos de prestar especial atención. Por lo tanto, es de fundamental importancia reparar en las exigencias de nuestro cuerpo para garantizar un buen descanso.
¿Cuál es el mejor para una persona mayor?
Cuando tenemos que adaptar una habitación para personas mayores, una de las decisiones que tenemos que tomar es qué colchón es el mejor. Hay que tener en cuenta los posibles requisitos a los que ha de responder para garantizar la comodidad, el descanso, y la funcionalidad adecuada de las personas mayores. Necesitaremos que disponga de facilidad de mantenimiento higiénico, garantizando una limpieza y manipulación cómoda. Y será importante que tenga una altura práctica que facilite las acciones de tumbarse y levantarse. Sobre todo, en periodos de permanencia en cama.
En ese sentido, será aconsejable que exista adaptabilidad corporal y una distribución uniforme del peso, debido a probables dolores óseos o musculares que provocan molestias, incomodidad y rigidez. Otro aspecto importante, en el caso de ser para adultos mayores que puedan sufrir de incontinencia, será la impermeabilidad. Existe la opción de uitlizar uno de estilo hospitalario o utilizar accesorios para el colchón como un protector impermeable o un.empapador.
Los mejores para personas mayores
Existen multitud de opciones a la hora de escoger el tipo de material para una persona mayor, pero, ¿cuál se adapta mejor a sus necesidades? Por sus características, los viscoelásticos son la elección perfecta en cuanto a adaptabilidad. Sobre todo, para el alivio de los puntos de presión gracias a su distribución uniforme del peso. Esto contribuye a evitar la aparición de escaras o úlceras por presión. Aunque si son de grosor superior a 5 centímetros pueden dificultar la movilidad.
Por otra parte, los de látex resultan idóneos para garantizar la libertad de movimientos gracias a su efecto rebote. Sin embargo, tienen menos adaptabilidad respecto al látex y no serían aptos si finalmente tenemos que comprar una cama articulada. Los de espuma resultan una opción muy económica. Sin embargo, no garantizan una óptima resistencia y densidad, aunque sí la transpirabilidad y una fácil limpieza. Y los de muelles están contraindicados para la tercera edad. Estos últimos no estarían aconsejados para un adulto mayor. Por ello, la mejor opción sería un colchón antiescaras viscoelástico.
¿Qué equipo de descanso comprar para un adulto mayor?
A la hora de determinar cuál es el mejor colchón para una persona mayor también hay que considerar el tipo de bastidor sobre el que irá soportado. De esta manera, un canapé sería poco conveniente por su opacidad para la ventilación.Lo más adecuado, sería cambiarlo por un somier de láminas ya que permiten la circulación libre del aire durante el sueño. Además, está indicado para garantizar la transpiración y ventilación adecuada durante el descanso.
Sin embargo, en esta etapa de la vida lo más adecuado para garantizar un descanso óptimo es la utilización de un somier articulado. Es una forma de completar el equipo de descanso que permite elevar por separado distintas partes del cuerpo en función de las necesidades físicas (problemas respiratorios, de circulación, posturales…), y además cuenta con las ventajas del somier de láminas estándar. Resulta una combinación de soporte perfecta para facilitar la comodidad y la funcionalidad ante necesidades específicas. Además, se pueden completar con refuerzos laterales que ayuden al movimiento y evitar caídas.