Las personas con algún tipo de disminución de sus capacidades para realizar los movimientos básicos necesitan adaptar su hogar para mejorar su calidad de vida y a su vez, facilitar el trabajo a sus cuidadores. Para ello, le ofrecemos una serie de consejos prácticos que le ayudarán a conseguirlo.
¿Cómo acomodar la habitación?
Barras laterales o elevador
Unos de los problemas más habituales suelen ser las dificultades que se presentan para levantarse de la cama geriátrica. Pues bien, aparte de ayudarse elevando la altura de la misma si se tiene esa posibilidad, se puede colocar una barra lateral, que facilita el movimiento y la acción de levantarse.
Barandillas metálicas y cinturones
Por otro lado, si no se tiene graves problemas de movilidad, pero hay riesgo de caída, se debe de incorporar unas barandillas a la cama geriátrica. En momentos de mucha agitación puede ser necesario ponerle un cinturón adaptado, que le permitirá el movimiento, pero impedirá que la persona se levante o se lo quite.
Ropa adaptada
Un pijama adaptado evita que se enfríe, aunque se destape, y que se quite el pañal si lo utiliza. Un sistema como el de los bebés, con la cremallera entre las piernas, facilitará su colocación y el cambio del pañal. En la misma situación, otra alternativa es un tipo de pijamas que evitan que se destape, se quite el pañal o se lesione, sin olvidarse de colocar las barandillas laterales de la cama si fuera necesario.
También existen protectores para las zonas del cuerpo con más riesgo de lesión.
Camas articuladas y colchones antiescaras
Un aspecto importante es la protección de la piel ante posibles lesiones o úlceras, por lo que es conveniente que se ayude a la persona a realizar cambios de posición. Para ello, se aconseja la utilización de una cama articulada y almohadas viscoelásticas, que permitirán una mayor comodidad. Si existe un elevado riesgo de úlceras, es conveniente que se emplee un colchón antiescaras de aire con compresor. La función del compresor consiste en inflar y desinflar los tubos de aire, haciendo que no haya una presión continua en una zona determinada del cuerpo.
Si nos encontramos en una fase avanzada, el cuidador tiene que atenderle con mayor frecuencia, por lo que una cama con regulación de altura o cama elevable puede facilitar estas tareas.
¿Cómo trasladar al enfermo de la cama a la silla?
Un disco giratorio ayuda a hacer el giro en el momento del traslado. El cuidador debe tener cierta habilidad y una fuerza moderada ante este accesorio.
Existen otros productos de apoyo que facilitan levantarle con menor esfuerzo, permitiendo el traslado de una forma más segura. Es necesario que el usuario tenga un buen tono muscular de tronco y un buen apoyo de los pies. Este sistema da mucha seguridad, ya que resulta difícil que el beneficiario se caiga al tener las rodillas bloqueadas.
Cuando la persona no tiene una escasa movilidad, la grúa de elevación permite un traslado sin esfuerzo. Existen diferentes tipos y tamaños de arneses para la misma, siendo muy importante escoger el más adecuado para cada usuario y que el cuidador adquiera habilidades en su manejo antes de utilizarlo con la persona.
Otros consejos complementarios
Cuando la persona tiene dificultad para vestirse, se puede adaptar la ropa con apertura detrás o delante con una tira de velcro, o ropa elástica. También se puede identificar los cajones con carteles y dejar sólo la ropa de uso imprescindible.
Si la persona no presenta graves problemas de movilidad se puede poner una alfombra con aviso sonoro para que se sepa que se ha levantado de la cama geriátrica y vaya a la habitación a atenderle, evitando sujeciones o contenciones.